Así va la reactivación
Terminó el primer mes del año y la reactivación económica va en despegue. En Colombia los índices muestran un panorama alentador, pues el país pretende lograr un crecimiento económico cercano al 5%. De hecho, busca situarse en el podio de América Latina en la materia. Todo este positivismo deriva de la sorpresa de 2021, pues a falta de datos oficiales, el Gobierno estima que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió 9,7%; incluso el presidente Iván Duque no descarta que la cifra sea superior.
El análisis de los expertos es claro: si bien el generoso crecimiento del año anterior permite igualar y hasta superar los niveles de actividad productiva vistos antes de la pandemia, el gran reto es mantenerlo.
La pregunta es: ¿Qué debe ocurrir para que sigamos en esta senda? En primer lugar, está la vacunación masiva de COVID-19. Según los expertos, la nueva variante Ómicron se contagia a mayor velocidad, pero no es más agresiva o incluso mortal. En ese sentido, si las personas continúan vacunándose con el mismo ritmo, se realizan pruebas periódicas y entran en aislamientos cuando entren en contacto con contagiados, las empresas podrán continuar generando empleo.
En segundo lugar, está la confianza en el mercado, tanto de los inversionistas como de parte del consumidor. Esta sensación dependerá del comportamiento de la economía en un futuro a corto, e incluso mediano plazo. El gran reto radicará en manejar de manera adecuada los nuevos brotes del virus, con aislamientos y sin cierres, pues así habrá mayor presencialidad y menos incertidumbre.
El 2022 será el año de consolidación de la reactivación y el crecimiento económico. Su fortaleza también dependerá en cierta forma de la evolución del proceso electoral, pues los empresarios del país están a la expectativa de quien será el nuevo mandamás, y cual será el efecto de esto en la dinámica económica.
Lo que si es cierto es que el resultado del 2021 es una inflación global, un alza de los fletes y costos logísticos, escasez de insumos intermedios y de bienes finales. Muchas fuerzas influyen a que haya una creciente presión inflacionaria. Es importante reconocer esto al definir la política pública que se debe asumir frente a la inflación. Pues no es lo mismo enfrentar aumentos de precios internos que enfrentar situaciones globales.
En conclusión, la pandemia acentuó dificultades que ya tenía la economía colombiana. El reto es crear empleos formales y capacitar al personal para las nuevas necesidades productivas.
Hacia el futuro también se la necesidad de articular las medidas de política económica con las medidas asociadas con el sector salud, pues será ese el factor decisivo para la reactivación. Los trabajadores por su parte se ajustaron al teletrabajo y están listos para la nueva realidad. También se incursionó en la educación virtual y el empresariado se volvió digital, pues reconoció la importancia del Big Data y la necesidad de contar con indicadores en tiempo real para la toma de sus decisiones.
Todo indica que todo está dado para que la reactivación vaya marcha en popa. Dependerá de que todos los factores mencionados anteriormente engranen en su sitio. Y así, se podrá establecer este año como el definitivo en desarrollo económico y reactivación.